Después de una cálida reunión, Arok debe volver al trabajo. Como no sabe por dónde empezar, le pide ayuda al pintor, que acepta con la condición de que le traiga su zumbadora, que ha perdido.
En la boca de la cueva, Arok se encuentra con Tika, la cual tras obtener las plantas que necesitaba, le habla de un alto árbol donde posiblemente se encuentre el silbador.
Cuando Arok se acerca al árbol, es arrinconado por unos lobos.Â
Se sube al árbol, ayudado por cinco rocas que coloca de forma que las más pequeñas estén sobre las más grandes. Encuentra la zumbadora y unas castañas que puede utilizar para asustar a los lobos.
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