Imparable

Tras el trepidante descenso te enfrentarás a la primera horda de enemigos. Al terminar con ellos se abrirá el portón y podrás avanzar hasta que te veas obligado a utilizar por primera vez la embestida para alcanzar al distante esbirro. Limpia la siguiente zona y activa los instintos para visualizar la ruta a seguir: salta para agarrarte a la cornisa y muévete por ella hasta que debas saltar a la siguiente. Cuando llegues al final de la segunda cornisa, sube y agárrate a la cuerda para escalar por ella. Salta hacia una tercera cornisa y encárgate de los malvados que querrán obstaculizar tu paso.

Embiste al helicóptero cuando éste aparezca y así podrás agarrarte a él. Ataca sin piedad al piloto -ten cuidado de no caer- siguiendo las indicaciones de la pantalla y pronto volverás de este pequeño viaje por los aires.

Entra en el templo y desciende al piso inferior para enfrentarte al primer Campeón del Machete. Que no te espante su ígnea figura; la mejor táctica para vencerle es esperar hasta que vaya a por ti, saltar cuando embista y aprovechar su desconcierto para atontarle y lanzarle contra alguna de las estacas del entorno. Aún no podrás descansar pues aparecerán más enemigos con ganas de ser empalados, ¡no los defraudes!

Tras unos cuantos saltos y esbirros, el siguiente objetivo será adentrarse tras un portón fortificado. Antes de nada, agárrate a la cuerda para bajar en tirolina. Sigue la ruta ascendente, liquidando enemigos, hasta llegar a una zona con un jeep. Encárgate de los presentes y empuja el vehículo para entrar en la próxima área. Allí aparecerá otro Campeón con sus compañeros; saca las garras y mándalos al quinto infierno.

A continuación trepa por las enredaderas y desciende para conocer a más contrincantes. Salta a los salientes cercanos al portón y embiste al tirador lejano. Tras avanzar durante un buen rato te encontrarás con un enemigo de espaldas, ajeno a tu presencia. Rompe los tablones de la derecha y súbete al pilar para agarrarte a la cornisa. A continuación ve a la izquierda y empuja la pared presionando rápidamente el botón de agarre para armar jaleo.

Desciende por la cornisa y mueve la manivela parar abrir la puerta; pega un acelerón para pasar por ella antes de que vuelva a cerrarse. Limpia la siguiente zona, escala por la cuerda, salta a la plataforma y de ahí dirígete a la siguiente cuerda para acabar en un nuevo saliente. Baja para descuartizar a los enemigos y entra en el templo. Encarámate por otra cuerda, salta a tierra firme y embiste a los contendientes lejanos. Poco después deberás repetir el proceso para llegar a otra plataforma distante.

Prosigue hasta encontrarte con otro Campeón y continúa hasta dar con un descenso que conduce a todavía más enemigos. Necesitas una manivela para avanzar; cruza el puente y no tardarás en dar con ella, vuelve y colócala en su sitio. Durante el corto regreso surgirán más contendientes, nada que no puedas solucionar en unos segundos. Gira la manivela y cruza la entrada abierta con un acelerón antes de que vuelva a cerrarse.

Al poco aparecerá el primer Leviatán. La estrategia para vencer a estos colosos de nombre discordante es embestirlos para atacarles sin cesar en sus espaldas. Durante la primera fase sólo debes esquivar sus acometidas; una vez le hayas quitado la mitad de su vida empezará a invocar rocas y la situación se complicará ligeramente. Asimismo, sólo podrás embestirle cuando esté ocupado cogiendo piedras o tras una de sus acometidas. De lo contrario, te atrapará con sus tenazas. Para rematarlo, pulsa rápidamente el botón de ataque simple. Al acabar con él, entrarán a escena más vilanos.

Después de limpiar la zona, prosigue y empuja la estatua para que te ayude a llegar a las enredaderas. Tras una pequeña escalada alcanza al enemigo distante con una embestida, y a continuación agárrate a la cuerda para descender en tirolina. Abajo te aguarda otro Campeón con ganas de que lo lances al agua. Tras cumplir sus extraños deseos, embiste una de las embarcaciones para subirte a ella y ve de una lancha a otra hasta tomar el control de la torreta. La misión acabará cuando hundas las cinco embarcaciones con esta potente arma.

Sortea las torretas láseres yendo a la sala contigua y liquidando al soldado despistado. Sal por la otra puerta, destroza una de las torretas y gira a la izquierda. Ve esquivando las miras láser corriendo de bloque en bloque para resguardarte.

La siguiente puerta está bloqueada porque le falta una batería; abre la verja utilizando el terminal y recógela. ¡No cruces todavía o morirás al instante! Antes enciende el segundo terminal -cercano a la puerta- para mover el escudo hasta que llegue a tu lado y avanza conforme éste retrocede a su punto inicial. Salta para colarte por otro conducto de la ventilación y avanza con premura para evitar que te alcancen las balas.

Embiste al soldado solitario para que no ofrezca resistencia. Para la siguiente sección de láseres es necesario un poquito de maña: mueve los escudos hasta que lleguen a sus correspondientes extremos, corre hacia el primero y luego hacia el segundo mientras todavía está en movimiento. Cárgate la torreta y vuelve a por la batería para introducirla en la puerta.

Tras tu segundo encuentro con Frost volverán los poderes curativos. Limpia la zona y avanza hasta llegar a una sala donde te asediarán con más bombas de humo. Como todavía careces de instintos, utiliza la embestida para saltar de enemigo en enemigo. Acabarás con ellos en un santiamén y no deberás preocuparte de la falta de visión. El siguiente duelo es todavía más complicado ya que no puedes ver a los Ghost. Utiliza cualquier pista sonora y visual y cuando aparezcan atrápales para acabar con ellos con un golpe mortal. Las puertas se abrirán y de ellas surgirán más subalternos.

¡Al fin! Lobezno volverá a tener el control de todos sus poderes. Para celebrarlo, cárgate a la horda de enemigos, seguro que se pondrán muy contentos al verte tan feliz y jovial. Una vez hayas terminado, llega al otro pasillo embistiendo a alguno de los soldados. Acto seguido, vence al primer Soldado Granadero bloqueando sus proyectiles antes del momento del impacto. Liquida al resto de esbirros que quedan y ve a por la niña. Limpia la sala de nuevo y cuando termines rompe los controles de la celda.