Truco 1
No dejes que los detestables zombies sigan complicando tu estadÃa en este tÃtulo. Para tratar de ayudarte en esa ardua tarea, contamos con algunas cuestiones que tal vez interesen.Lo primero que les comentaremos es que una vez que logres pasar el tÃtulo, después tendrás la oportunidad de iniciar otra vez, pero con la particularidad de contar en esa ocasión con el total del inventario recolectado en tu primera experiencia.
Dos por unaEn otro orden completamente distinto, puedes llegar duplicar tu arma predilecta. Antes que nada, equÃpate con ella y aprieta el gatillo izquierdo sin dejar de presionarlo y luego haz lo mismo con el botón de la furia (o sea, Y o Triáng), en el instante en que observes en tu objetivo a unos cuantos zombies. Al lanzar el objeto en cuestión, lo que deberÃa ocurrir es que tu arma aparezca ahora duplicada.
A guardar sin complicarEn tanto, si ya lo has probado un par de veces al jugo, bien sabrás que cuesta más de la cuenta archivar el progreso. Pues bien, para cambiar eso tan molesto, te recomendamos que vayas hacia Opciones, Controles y cambia el estilo de lucha. Es decir, pasa de analógico a digital, o bien hazlo a la inversa. Por cada ocasión que lo realices, se archivará de forma automático tu progreso.
Muertes fácilesLas curiosidades no nos podÃan quedar fuera de este artÃculo. Cuando te siga hasta el hartazgo algún grupete de antipáticos zombies, no dudes en dirigirte hacia donde haya agua. Cuando ya estés ahÃ, golpéalos y verás de qué manera tan tonta se irán ahogando. Lo mejor de esa simple práctica es que te servirá de mucho para ir sumando puntos de experiencia extra.
De nock outPor otro lado, y para ir ya finalizando, nos queda por mencionar un último pero interesantÃsimo consejo. Cuando te topes con un martillo, lo que debes hacer es llevarlo a los bancos de trabajo para que lo mejoren. Mientras que al toparte con alguna de las bestias, vas a tener que verificar que en el enfrentamiento sólo participan tú y él. Cuando eso esté encaminado, invÃtalo a que te persiga y golpéalo. Ahà indefectiblemente se retorcerá del dolor. Pues bien, precisamente en ese instante apúntale al medio del pecho y ejecútalo con un certero martillazo en la cien.